Pocas luces

Se venía otra edición del clásico más importante de la liga B de Edeba y las ansias, los nervios y las ganas de jugar un partido como este eran las mismas de siempre. Esta vez fue un partido cerradisimo que terminó empatado en 1, donde ninguno dejó claras muestras de irse mereciendo el triunfo y los goles ocurrieron en los últimos cinco minutos.
Muy lejos de aquel partidazo 6-5, los técnicos plantearon dos tácticas bastante conservadoras en donde ninguno pudo sacarse ventaja.
Lion salió con Gele; Leky, Agus, Nacho; Joaco, Bocci, Leo; y Rafa de 9. Dejando al condor y a Jero en el banco. El Rolo tampoco se la jugó mucho, dejando a Igo por la banda en la que se esperaba que juegue Rafa intentando reforzarse más defensivamente, dejando a Pato, uno de sus atacantes más peligrosos en el banco mucho tiempo.
En el primer tiempo no hubo muchas situaciones, un palo del Rossonero luego de un desvío que sorprendió a Gele y una jugada que Rafa no supo aprovechar frente al arquero. El partido se mantenía cerradisimo y ninguno quería arriesgar mucho: los cambios fueron Jero de volante por Joaco y el condor entró de volante por Nacho pasando Leo a la defensa, lugar donde se lució y fue nuevamente figura del equipo frenando todos los avances de Igo por la banda. El Rolo, por su parte, sacó a Juampi, que era de los que más peligros estaba creando.
Así se llegó al descanso con un partido muy pensado y cerrado por todas partes.
La segunda mitad arrancó igual, las pocas luces que había iluminando la cancha número 2 de Muni tampoco se vieron adentro del campo de juego en un jugador que pueda desequilibrar y por eso todo seguió muy parejo. El Rosso buscaba un poco más y sus centros buscando al 6 rival generaron un poco de peligro. Los ataques de los Walooors eran tapados por el arquero de rosa que también tuvo un gran partido.
A cinco minutos del final el Rosso encontró un gol sorpresivo de su goleador y parecía que inmerecidamente se iban a llevar el triunfo, pero faltando un minuto el gordo patéa un tirolibre que golpea en la barrera y vuelve a enviar al área, centro que con bastante fortuna encontró Jero para decretar el empate final.
Fue un partido muy bien jugado, con muchisima concentración y casi sin errores de ambos lados, y el empate fue justo. Pero lo cerrado del partido dejó con sed de revancha a ambos.
deja un sabor amargo que no se irá hasta un nuevo clásico.